Tiempo del Islam: El habla y el silencio por el Sheij Mustafa Al-Salvadori*

lunes, febrero 29, 2016



En el nombre de Al.lah

El habla (del latín fabŭla) es uno de los dones que nos ha sido otorgado por Al.lah (1),  es la facultad o acción de hablar, un acto individual del ejercicio del lenguaje(2),  es la plasmación de nuestros pensamientos y la manera en cómo usamos la lengua (3).  

Una lengua útil o beneficiosa, agradable a los sentidos, es aquella que se adorna con el dhikr de Al.lah (recuerdo de Al.lah)(4),  agradece Sus mercedes y bendiciones, guía a la gente; y en contraposición está la lengua inútil o perjudicial, que no hace sino proferir palabras yermas, y toda vocalización suya resulta baldía.

La lengua nos puede hacer saborear las delicias del Paraíso o padecer los sufrimientos del infierno:

يَوْمَ تَشْهَدُ عَلَيْهِمْ أَلْسِنَتُهُمْ وَأَيْدِيهِمْ وَأَرْجُلُهُمْ بِمَا كَانُوا يَعْمَلُونَ يَوْمَئِذٍ يُوَفِّيهِمُ اللَّهُ دِينَهُمُ الْحَقَّ وَيَعْلَمُونَ أَنَّ اللَّهَ هُوَ الْحَقُّ الْمُبِينُ

«…el día que sus propias lenguas, manos y pies testifiquen contra ellos por lo que hacían. Ese día, Al.lah les otorgará su justa recompensa y sabrán que Al.lah es la Verdad evidente». (Corán 24: 24-25)

Entonces, una lengua inútil o perjudicial implica un peligro manifiesto, y con ella hay una manera efectiva de lidiar: 

El tratamiento para la lengua que se caracteriza por su ordinariez, vulgaridad, chabacanería, y en general por la trivialidad de sus palabras es el «habla útil», es decir, procurar hablar sobre temas provechosos, decir palabras confortantes; de no ser así débese optar por «el silencio».

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra «silencio» (del latín silentium) en sus acepciones principales denota  «abstención de hablar, falta de ruido», empero, en el Islam no significa «silencio absoluto» puesto que este no es superior al habla (5),  sino que «silencio» es «abstenerse de hablar de banalidades, o decir improperios»(6). 

A través del habla transmitimos cultura, conocimiento, educación; por tanto el «silencio absoluto» no puede ser superior al habla.

Es con el habla que recomendamos el bien y prohibimos el mal; por tanto el «silencio absoluto» no puede ser superior al habla.

Por medio del habla divulgamos las realidades sobre Al.lah y las verdades sobre Su Dîn (religión);  por tanto el «silencio absoluto» no puede ser superior al habla. 

Ciertamente, uno de los atributos de Al.lah es «Hablante», con la aclaración que con ello no se hace referencia a fonética articulatoria, bases neurofisiológicas de producción del habla ni a mecanismos subglóticos, puesto que Al.lah es incorpóreo.
وَكَلَّمَ اللَّهُ مُوسَىٰ تَكْلِيمًا 
«Y Al.lah habló a Moisés directamente» (Corán 4: 164) (7) 

Entonces, lo que el Islam elogia y el intelecto dicta es el silencio como sinónimo de evitar decir desatinos o devaneos. Y este «silencio» que constituye una de las virtudes del ser humano es la cota de malla de la lengua que la protege de la inanidad.
Domar la lengua es un arte, quien lo logra estará a salvo de muchas calamidades y peligros(8). 

Usted tiene dos opciones: el habla o el silencio, ahora su responsabilidad es elegir.

*Sheij e Imam de la Comunidad Islámica de El Salvador

Notas:

1-Al-lah (الله), es el vocablo árabe para «Dios» y en dicha lengua es utilizado tanto por musulmanes como por cristianos y judíos. El nombre propio «Al.lah», pertenece únicamente a Dios Todopoderoso, el resto de nombres —como «el Misericordioso», «el Indulgente», etc.— son considerados atributos  o adjetivos que lo describen.
2-Diccionario de la Lengua Española. (2014). Real Academia de la Lengua Española. Madrid.
3-En este apunte, cuando digo «lengua» no  me refiero solamente al sistema de comunicación verbal, sino también al órgano muscular situado en nuestra cavidad bucal.
4-El dhikr (en árabe: ذکر), es un acto devocionario que se caracteriza por la repetición de los nombres de Al.lah, súplicas o fórmulas tomados de las fuentes primigenias del Islam.
5-Es decir, «al habla útil».
6-Maŷlesi, Allamah. Bihar al-Anwar (2, 301). Traducción al persa del T. 67 y 68, Seyyed Abu Al-Hasan Mûsavî Hamedânî. Teherán.
7-Ver también Corán 7: 143.
8-Imam Jomeini. (1998). Sharh-e hadith-e ŷonud-e 'aql wa ŷahl. República Islámica de Irán: Instituto para la publicación de las obras del Imam Jomeini, p. 386.

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