Nunca olvides que la muerte te llegará en cualquier momento por Harún Yahya
miércoles, febrero 20, 2013
Di: «La muerte, de la que huís, os saldrá
al encuentro. Luego, se os devolverá al Conocedor de lo oculto y de lo patente
y ya os informará Él de lo que hacíais» (Sura Al yomoa: 8)
Todo lo que existe a tu alrededor: tus
amigos, tus parientes y todos los seres vivos de la Tierra morirán algún día,
así como sucedió con los billones de seres que han vivido aquí antes que tú. Este
hecho se manifiesta en el versículo:“Cada uno gustará la muerte.” (Sura Al
anbia: 35). Olvidar esto es un acto de inconsciencia. El hombre que es incapaz
de aceptar la muerte debe saber que ésta le llegará tarde o temprano en el
momento y lugar menos esperado.
Hay que tener en cuenta que ni la belleza,
ni la fama, ni el nivel social, ni la riqueza, así como tampoco la juventud,
han podido hacerle frente a la muerte. A pesar de que muchos conocen esta
realidad evitan afrontar la muerte y hasta tratan de olvidarla. Sin embargo,
dicha actitud sólo provoca la propia decepción. Ese es el motivo por el
cual el Profeta (pbuh) también les dice a los creyentes
que “frecuentemente recuerden la muerte”. (Tirmidhi)
La agonía del moribundo traerá la Verdad:
«¡Ahí tienes lo que rehuías!»! (Sura Qaf: 19)
Estos versículos te deben haber mostrado
la cercanía a la muerte y si profundizas en el asunto te darás cuenta de
que ella está tan cerca de ti y de todos. En contraste a lo que se dice
comúnmente, la muerte no es la etapa final de la vida. Una vez llegado el
momento, Allah manda a Su ángel a quien le corresponda y éste se lleva el
alma de la persona en un momento inesperado. Puede que suceda en
este instante, antes de que tengas la oportunidad de levantarte de tu
silla. El Ángel de la Muerte puede aparecerte de repente y por más que
estés rodeado de familiares o amigos nada podrá ser alterado. Ellos no podrán
protegerte de la muerte. Por ello, nunca olvides que el destino de cada
alma depende de Allah y Él decidirá cuando la persona será devuelta a su Señor.
Sin embargo, la idea de que puedes morir
en cualquier momento no siempre es fácil de aceptar. Pensar en estas cosas te
hace sentir que aún es demasiado pronto para partir de este mundo. Pero el hecho
es que solamente Allah es Quien determina el momento de la muerte. Ni un
minuto más, ni un minuto menos. La Muerte se encuentra con el alma en el
momento exactamente predeterminado según su destino:
Cuando le vence a uno su plazo, Allah no
le concede prórroga. Allah está bien informado de lo que hacéis (Sura Al
monafiqún:
11)
¿Alguna vez has pensado qué experimenta tu cuerpo en la muerte?
No importa si eres rico o hermoso. De
todas maneras, tu cuerpo descansará en una habitación o en una morgue. Lo
envolverán en un sudario y lo pondrán en un ataúd estrecho. El coche
fúnebre llevará su cuerpo al cementerio en donde su cadáver
será colocado en una fosa. El suelo te cubrirá por todas partes. Su
cuerpo, pronto empezará a deteriorarse y descomponerse. En última
instancia, no quedará nada de ti, a no ser un montón de huesos. Nunca olvides
que ese día llegará y tu cuerpo permanecerá enterrado.
Un cadáver es un objeto del que hemos de
extraer enseñanzas. Este hecho es difícil de tolerar, incluso durante
algunos minutos. ¿Alguna vez te preguntaste por qué un cuerpo humano, que es capaz
de mantener su solidez a lo largo de la vida se vuelve insoportable
después de la muerte? Esto es algo para reflexionar. Desde el pensamiento del
cuerpo en descomposición, como también los cuerpos de los seres queridos
ayudarán a no olvidar el Más Allá y así, a pertenecer definitivamente a
este mundo.
A pesar de estos hechos, sin embargo, la
mayoría de las personas tienden a absorberse a sí mismos en las trivialidades
de su vida cotidiana, mientras que dan la espalda a este acontecimiento
inevitable. Pero en definitiva, el error yace en su incapacidad en
prepararse para la futura vida. En última instancia, si no aceptan la muerte,
esto los llevará a un tormento eterno. Por lo tanto, el hombre debe
esforzarse para obrar bien a fin de obtener el consentimiento de Allah. Nuestro
Señor, el Todopoderoso y el Justo, concede el tiempo suficiente a cada uno
para que presten atención a su advertencia. Este período, sin embargo, se
limita a la vida de este mundo. Es decir que el arrepentimiento solamente se
permite en este mundo. Una vez que la muerte se lo lleva, ya no va a haber
ninguna posibilidad de corregir sus errores. En cambio, se sentirá un peso
enorme por toda la eternidad:
Gritarán allí: «¡Señor! ¡Sácanos y
obraremos bien, no como solíamos hacer!». «¿Es que no os dimos una vida
suficientemente larga como para que se dejara amonestar quien
quisiera? El monitor vino a vosotros... ¡Gustad, pues! Los impíos no
tendrán quien les auxilie». (Sura Fatír: 37)
Nunca pienses que la muerte es el fin del mundo. Por el contrario, es el comienzo de la vida eterna. Es la vida que le corresponde a cada uno de acuerdo a sus actos, y por lo tanto, no se puede modificar. La muerte es una puerta hacia la felicidad y salvación, en caso de que la persona haya complacido a Allah. Pero para aquellos que le han dado la espalda es el comienzo de un tormento sin fin.
Allah hace que el hombre pase por diversas
experiencias que le hagan recordar la muerte y el Más Allá. Aquellos que lo
tienen en cuenta viven responsablemente su vida, mientras que los que rechazan
esta verdad sienten una gran pérdida. No olvides que aquellos que ya han
muerto, nunca sabían el momento del hecho; así como tampoco lo saben las
personas que aún viven. La muerte llegará inesperadamente, sin importar el
tiempo o lugar.
Por eso nunca olvides trabajar por tu vida
después de la muerte. Una vez que hayas muerto no habrá oportunidad de
corregir los errores cometidos en la Tierra.
En el Corán, Allah relata el
hecho de que la muerte no es algo que pueda ser obviado y describe el gran
sufrimiento de los que les toca morir:
Gastad de lo que os hemos proveído, antes
de que la muerte venga a uno de vosotros y éste diga: «¡Señor! ¿Por qué no me
das algo más de tiempo, para que dé limosna y sea de los justos?». Cuando le
vence a uno su plazo, Allah no le concede prórroga. Allah está bien
informado de lo que hacéis. (Sura Al monafiqún: 10-11)
Enviado a la redacción de la revista
Biblioteca Islámica por el equipo de Harún Yahya en español.
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