Unidad palestina para derrotar al sionismo por Fernando Acosta Riveros
miércoles, enero 16, 2013
Al
Fatah y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas son las dos principales
organizaciones políticas de Palestina que luchan contra la barbarie ejecutada
por el gobierno de Israel. Durante 64 años las autoridades israelíes han
usurpado el territorio sagrado de Palestina a sangre y fuego con el apoyo
directo de gobiernos británicos y estadounidenses. Palestina está presente en
los corazones de la familia musulmana y también recibe la solidaridad de judíos
y cristianos progresistas que en todo el mundo rechazan la opresión y denuncian
la brutalidad de los regímenes asentados en Tel Aviv.
En 2012 el pueblo palestino ha recordado dos
sucesos significativos en su lucha por la independencia y recuperación de su
territorio. Hace 30 años, desde el 16 al 19 de septiembre de 1982, tropas
auxiliadas por Ariel Sharon realizaron las masacres de Sabra y Chatila en el
occidente de Beirut, donde se encontraban los campamentos de refugiados
palestinos más numerosos de Líbano. Tres décadas después, la aviación militar
de Benjamín Netanyahu atacó la población de Gaza. Los dirigentes, militantes y
simpatizantes de la Resistencia Islámica
festejaron la semana anterior el 25 aniversario de la fundación de Hamas.
Rechazar la ocupación israelí, resistir y
combatir al sionismo, ha sido una tarea permanente desde 1957 cuando se crearon
las bases del movimiento de liberación palestino Al Fatah que en 1964 se unió
con otras organizaciones culturales, políticas, religiosas y sociales para
integrar la Organización
para la Liberación
de Palestina (OLP) dirigida por Yaser Arafat y reconocida en todos los países
del mundo por algunos gobiernos, movimientos, organizaciones, partidos
políticos y personalidades de diversas ideologías.
Cisjordania y Gaza también se preparan para
celebrar el próximo mes de enero, (2013), el 56 aniversario de la fundación de
Al Fatah. Poco a poco dirigentes y militantes del Movimiento Resistencia
Islámica Hamas y de Al Fatah comprenden lo importante que es conseguir la
unidad y mantenerla frente a las agresiones sionista e imperialista. Desde el
mes de mayo de 2011, cuando se firmó un
pacto de reconciliación, nuevas voces palestinas exigen que se terminen las
divisiones y se privilegie la causa principal que consiste en establecer un
Estado palestino que tenga como capital a Jerusalén, Al Quds.
Los imperialistas y sionistas que apoyaron en
1982 la candidatura de Bechil Gemayel, falangista de extrema derecha para ser
jefe de Estado en Líbano, se oponen en 2012 a que Palestina sea reconocida siquiera
como Estado observador en la
Organización de Naciones Unidas. En septiembre de 1982
acusaron, sin pruebas, a los palestinos, de ser los autores del atentado que
costó la vida a Gemayel, el día 14 del noveno mes. Ahora, en diciembre de 2012,
el Congreso estadounidense niega el apoyo prometido de 200 millones de dólares
a la Autoridad Nacional
Palestina que preside Mahmoud Abbas.
El asesinato de Gemayel sirvió de pretexto a
Menagen Beguin, gobernante de Israel, para que sus tropas permanecieran en
territorio libanés y auxiliaran a la falange a ejecutar la masacre en los
campamentos de Sabra y Chatila. Una semana antes de ocurrir los crímenes contra
refugiados palestinos, Yaser Arafat, en representación de la OLP y Hafez Al Assad,
presidente de la República
Árabe Siria, conversaron en la ciudad marroquí de Fez sobre la posibilidad de
dialogar con las autoridades israelíes. Los dos líderes árabes coincidían en
que su disposición a conversar con el enemigo no significaba debilidad como lo
expresaban políticos europeos y aliados del régimen de Tel Aviv.
Durante tres décadas las autoridades
estadounidenses e israelíes han utilizado diversos pretextos para bloquear,
perseguir y reprimir a los palestinos. Acusaron a los dirigentes del Movimiento
de Resistencia Islámica Hamas de practicar el terrorismo. En octubre y
noviembre del año 2005 Hamas realizó una importante campaña electoral y en los
comicios realizados el 25 de enero de 2006 obtuvo una contundente victoria al
ganar el control legislativo. Los imperialistas que piden realización de
elecciones democráticas en naciones consideradas “peligrosas”, multiplicaron
sus apoyos a la autoridad israelí tras la victoria islámica palestina y
“lamentaron que no estuviera entonces Ariel Sharon en el poder”.
Ehud Barack amenazó entonces a Palestina y
aseguró que su gobierno no conversaría con representantes de Hamas porque la
organización islámica “es terrorista”. El gobierno israelí procedió a congelar inmediatamente
el pago de impuestos aduanales que tenía que devolver a la Autoridad Nacional
Palestina. La acción se interpretó como un castigo a la población, cuya mayoría
votó por los candidatos de Hamas.
Junto a Palestina, las repúblicas Islámica de
Irán, Árabe de Siria y Líbano han sido señaladas por Occidente como naciones
que forman parte del Eje del Mal. Para los gobernantes de Washington, Londres y
Tel Aviv, “hacer el bien” es utilizar todos los medios contra pueblos
inocentes. Las autoridades británicas, estadounidenses e israelíes que se
autoproclaman civilizadas y democráticas han prometido dese 1982 “hacer
concesiones” a los palestinos. Las promesas se olvidan pronto y la guerra del
gobierno sionista contra palestinos y musulmanes continúa su curso.
Palestina lucha por recuperar lo que le
pertenece y los hombres y las mujeres solidarios con las causas justas en
nuestra América, África, Asia, Europa e incluso en territorio estadounidense,
tienen en estas fechas al pueblo palestino en su mente y en su corazón.
Fernando Acosta Riveros es periodista de La Jornada de Jalisco y Colaborador de la Revista Biblioteca Islámica.
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