Editorial: Vida, Pasión y Obra del «Anti-Sheij» (1)

miércoles, agosto 17, 2011

 (49/11): «¡Vosotros que creéis!  Que no se burlen unos hombres de otros porque pudiera ser que éstos fueran mejores que ellos».


Párrafos:

Antes que todo el «Anti-Sheij» es un Sinsonte (2)  y está presente en la mayoría de sociedades en donde hay musulmanes. Esta parte del mundo (Hispanoamérica) no es la excepción y por ende El Salvador (y los demás países de la región) tampoco.  Este Anti-Shaij tiene diferentes características que lo hacen único, entre algunas de éstas están: deformar, insultar, ridiculizar, vender,  y burlarse del Islam, estamos convencidos de que los orígenes reales de tales acciones se basan en la debilidad de su fe y en su calidad de mercenario al mejor postor (es decir que obedece ciegamente mientras le paguen, aunque en el fondo sea consciente de que lo que promueve está errado).

Grandes y horribles espectáculos suele dejar a su paso el «Anti-Sheij», por lo general nadie habla bien de él y suele dejar una sucia huella por los países en los que ha oficiado como «médico-brujo» (ya que a nadie le consta su preparación académica, religiosa y moral que lo avalen como verdadero Shaij) del Islam, así el «Anti-Shaij» suele rendirse a conductas orgiásticas que lo conducen a la adoración de  sus propios deseos carnales y por supuesto no tiene vergüenza de exhibirlas públicamente. Busca medios alternativos para paliar sus angustias y desesperaciones,  es inestable psicológicamente, llega a tales puntos (para llamar la atención) de simular el suicidio y así intentar provocar lástima.

Definitivamente que no son un modelo ni espiritual, ni intelectual ni mucho menos moral,  suelen ser como árboles estériles que no producen frutos, generalmente pasan reptando y ladrando (sí ladrando, ya que su discurso es ininteligible y bárbaro) en reuniones que no traen ningún beneficio, es tanto su cinismo que  le encanta posar (ya que se cree fashion y play-boy, le gustan las camisitas de «I love the peace») con diplomáticos y mujeres que públicamente  se  identifican como anti-islámicos y sionistas, simplemente busca protagonismo ya que anhela estar de moda. Pero ¡cómo puede estar de moda, si está  haciendo algo que Dios, Su Mensajero y los Imames odian!

Anda de acá para allá el «Anti-Shaij», acompañado siempre de su infaltable círculo de secuaces ridículos y que al igual que él, son inestables mentalmente, con una personalidad similar a la de «Flaviana la monja musulmana» (3) , éstos son personajes que le vanaglorian y le defienden (ojo pero sólo ellos, porque los cuerdos le detestan). Lamentablemente este «séquito» adopta las malas actitudes del «Anti-Shaij» y suelen ser al igual que él estériles desde todos los puntos de vista.

Onomástica es esta catalogación del «Anti-Shaij» ojalá este concepto se pueda incluir algún día en la fraseología islámica popular. Ahora bien el nivel más grave e intolerable al que puede prestarse el "Anti-Shaij" es el de presentar al Islam como un entretenimiento lleno de cánticos al estilo de los villancicos, con  guitarras, tambores y trompetas al estilo tribal «africano», y haciendo alarde a su especialidad, balbucean (ellos pretenden cantar)  en lenguas, para mofarse del Islam y avergonzar a la Comunidad, al mejor estilo de los escenarios ( a veces dantescos) de algunas iglesias proféticas evangelistas (ojo sólo aquéllas que rozan en lo fanático) cuyas prácticas  llevan al trance, la danza ( ah, sí al «Anti-Shaij» la danza que más le gusta y aplaude es la Danza de las Múltiples Religiones) y la locura. Dios, el Altísimo, nos dice en el Corán (9/65-66): «Y si les preguntáis, con toda seguridad dirán: En realidad estábamos bromeando y jugando. Di: ¿Os burlabais de Alá, de Sus Signos y de Su Mensajero? No os excuséis puesto que renegasteis después de haber creído. Si uno de vuestros grupos queda eximido, otro será castigado por hacer el mal.», por tanto si alguien ridiculiza a un creyente por su práctica, por su barba, por su ropa de clérigo, por su velo y además gusta de maldecir las comidas de Ramadán, entonces es un «Anti-Shaij».

Un «Elogio a la Locura» como un Bin-Baz, un Ibn Taimiyah, como el Salafismo, como el Wahabismo, como el Islam de Guayabera Blanca, éstas precisamente suelen ser sus propuestas doctrinales, aunque el "Anti-Shaij" ni siquiera sepa de qué trata todo esto. Así pues a vos «Anti-Shaij» te preguntamos  ¿Hasta cuándo vas a seguir abusando de nuestra paciencia? (4)  

Notas:

1 Alusión a la obra del escritor y lingüista salvadoreño Pedro Geofreey Rivas titulada "Vida, Pasión y Muerte del Anti-Hombre"
2 Ave que suele mimetizar sus sonidos, haciéndolos muy parecidos a los de otras aves, por lo que tiene la habilidad de engañar al oído inexperto.
3 Película italiana de Gianfranco Mingozzi (1974), cuyo título original es «Flaviana La monaca musulmana» que cuenta como una monja cristiana junto con una ejército de musulmanes pretenden destruir un monasterio.
4 Alusión a la frase ciceroniana "Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?" o ¿Hasta cuándo Catilina has de abusar de nuestra paciencia?
Oraciones Escogidas de M.T Cicerón, Tomo primero, París, Francia, Librería de C.H Bouret, 1884, edición latín y español de Rodrigo Oviedo, páginas 108 y 109.

Redacción Revista Biblioteca Islámica

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