Selección de poesía salvadoreña
lunes, agosto 24, 2015
Selección de poesía salvadoreña contemporánea
El Salvador es un país en el que los autores contemporáneos son desde nuestra óptica de dos clases, una la de aquellos bastante conocidos, producto en algunos casos no del talento, sino del mercadeo, el compadrazgo y el financiamiento, y la otra la de los obreros incansables de la poesía que buscan un lugar bien cimentado en la pequeña e incipiente historia de la literatura salvadoreña, presentamos a los lectores cinco autores de la segunda categoría:
Renato Jaén
La alborada extiende su manto
de esmeraldas transparentes.
Cronos emprende la carrera
en busca de la dama de negro
que se disipa en horas furtivas
En este país
duelen tanto los muertos,
incluso ellos,
se abaten ante sus vivos
Del poemario Equinoccio
Alfil Editores
2013
José Antonio Calderón
A mi pueblo
Ya el pueblo está gimiendo,
porque se le ha terminado la comida
y lo sigue reprimiendo
el Yanqui genocida
La violencia no compartimos
pero no quedó otra alternativa
y por eso combatimos,
para cambiar nuestra vida
Para demostrar solidaridad,
compartimos la revolución,
buscando libertad
y heredad una mejor situación
Del poemario Versos para mi patria
ABC impresos
2013 (reimpresión)
Santiago Vásquez
Denuncia
Talaron los bosques
y se fueron lejos,
llevándose consigo
el vuelo de los pájaros
y la esperanza muerta
Talaron la esencia
de esta Patria nuestra,
dejando miseria
en los huecos podridos
de troncos milenarios
Ellos talaron
la mitad del bosque
y nosotros...
talamos...
la mitad del alma
Del poemario Desde los ausoles a la patria mía
2011
Ricardo Castro Rivas
Teoría para salvar espejos
En el único espejo que había en Ab Ramán, ciudad del reino de Ibn Al Khartaar, Abud Al-Rashid, El irascible (Sultán, Gran Visir, Enviado de Alá, Consejero privado de todos los sultanatos de la región, amo y señor de los bazares del reino, dueño de los mejores rebaños de camellos y El Más-Fiel-Intérprete-del-Corán), vio reflejada su imagen. Esta, sonreía serenamente, ausente de problemas. Intrigado Abud Al-Rashid preguntó a la imagen:
-¿Por qué sonríes?
-Soy feliz -dijo la imagen-
Iracundo, Al Rashid lanzó un jarrón contra el espejo. La imagen, trizada, cayó al suelo como hielo quebrado. Momentos después, el sultán exhala el último aliento. A los cortesanos extrañó grandemente la plácida sonrisa que Al-Rashid tenía en sus labios.
De la antología Piedra y Siglo y la persistencia del compromiso
Secretaría Nacional de Arte y Cultura del FMLN
2013
Rolando Costa
Con la cabeza hundida en el manto azul de la virgen declamó a Omar Khayyam mientras el niño jugaba con su abundante cabellera de ermitaño. Y aquél, descoyuntado, hirsuto, se levantó, se acercó a él, le tomó de las barbas y lo arrastró de ellas por el suelo fangoso. Fuese a lavar el rostro en la lluvia y les dejó solos.
Nadie te percibe; no suenan tus palabras; no aparecen tus ojos; no se te toca. Nadie irá en tu busca; ni te esperará; ni preguntará por ti; ni se te mostrará. Dejarán tus manos vacías ;no escucharán tu nombre;no te verán. ¿Quién repara en ti? Mira en torno:lo que te sucede, un hombre que ama, no significa absolutamente nada para nadie.
Del poemario Helechos y otros poemas
Ediciones El Venado Blanco
2009
*Ilustración de Majalin
*Ilustración de Majalin
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