El Islam. Religión, Cultura y Política* por Carolina Quinteros*
martes, agosto 25, 2015
Introducción
El Islam no es la religión predominante en El Salvador, por lo que existe mucho desconocimiento, prejuicios e incluso rechazo. Lo cual es lamentable porque nos perdemos de conocer una cultura que ha legado grandes riquezas intelectuales, artísticas y éticas para la humanidad. Adicionalmente, tal y como el curso me ha permitido apreciar, la seriedad de la doctrina y la riguridad de los estudios teológicos del Islam; merecen ser estudiados en profundidad tanto para quienes se interesan en la teología o en el estudio de las religiones.
En parte, ese rechazo es una reacción común a lo que no se conoce, por lo que se le ve como ajeno y con cautela. En parte, a manera de efecto de una cultura que resulta bastante intolerante en términos generales hacia todo aquello que escape de la “normalidad”, entendiendo ésta como el apego a la Norma, es decir, costumbres, tradiciones y leyes que emanan de una sociedad eminentemente cristiana (ya sea en su versión católica o evangélica, que abarcan la mayoría de la población creyente en El Salvador). Y, finalmente, ese rechazo se produce asimismo como reacción ante la vorágine de opiniones que incriminan directamente a los seguidores del Islam con terrorismo, intolerancia, abuso a los derechos humanos (especialmente de las mujeres) y otras prácticas dictatoriales y antidemocráticas.
Como socióloga y profesora universitaria de Sociología de la Religión, me rehúso a quedarme en el lugar común y en la superficie de lo aparece en los medios de comunicación o en Wikipedia. Mi interés es aprender, hacer un mejor análisis de lo que pasa en el mundo de religiones, comprender lo que hay detrás de sus componentes genéricos (creencias, cosmovisión, comunidad de creyentes, rituales, experiencia religiosa),por lo que me matriculé en el Diplomado para aprender acerca del temade la mano de expertos estudiosos y practicantes de Islam. No he sido defraudada. Este curso me ha dado herramientas para conocer mejor el Islam, sus prácticas, sus alcances políticos y su calado cultural. Hemos visto el desarrollo históricos de esta religión, los contextos en los que los grandes puntos de quiebre han tenido lugar, así como sus temas intrínsecos tales como doctrina, fuentes, prácticas y principios; que me han resultado sumamente ilustradores.
1. Lo que aprendí
No hay una sola escuela del Islam. Al igual que el cristianismo, no hay una sola y única tendencia, por lo que no es posible establecer una línea absoluta y común para todo el mundo Islam. Sin embargo, hay elementos comunes que permiten marcar las tendencias y entender su riqueza.
Como menciona Muhammad ‘Ali Shomalí (1), “Un cuidadoso estudio de las principales escuelas islámicas muestra que lo que poseen en común es mucho más que aquello en lo que difieren. Todos los musulmanes creen en el mismo Dios, en el mismo Profeta, y en el mismo Corán. Todos ellos creen en el Día de la Resurrección y en las recompensas y castigos divinos. Todos rezan sus oraciones diarias dirigidas hacia la misma dirección, esto es, La Meca. Todos ellos ayunan el Mes de Ramadán completo. Todos realizan la Peregrinación a La Meca (haÿÿ) al mismo tiempo. Todos ellos creen en que se debe dar limosna (zakât) y encomendar lo bueno y prohibir lo malo (al-’amrbilma‘rûfuaan-nahî ‘anilmunkar). Todos creen que deben entablar amistad con la gente de fe y buena intención y alejarse de los enemigos de Dios. Todos ellos adhieren a las mismas virtudes y valores. De acuerdo al Sagrado Corán, todos los creyentes son “hermanos”. Sin considerar su color, raza, género y posición social, existen ciertos deberes hacia cada uno.que los hermanos y hermanas en la fe han de cumplir".
La religión como objeto de estudio se encuentra desde los orígenes de la Sociología como disciplina científica y los grandes teóricos clásicos que dieron origen a esta rama del saber (Carl Marx, Emilie Durkheim y Max Weber), han tenido todos un trabajo de investigación muy acuciosa acerca de esta institución social, dadas sus profundas influencias en el estilo de vida de un pueblo. Ya sea vista como fuente de consuelo y refugio de las personas y los pueblos ante las injusticias del mundo (“el corazón de un mundo sin corazón”; C. Marx); fuente de enajenamiento para la aceptación de relaciones de dominación (“El opio delos pueblos”; C. Marx); fuente de cambio social (La religión y el espíritu del capitalismo; M. Weber) o fuente de cohesión social (Lo profano y lo sagrado, E. Durkheim); la religión juega un papel importante en muchas y diversas áreas de la vida social y ejerce una influencia mayúscula en la vida de la gente, en la generación de identidad y de acción social; sin que esta influencia pueda determinarse a priori.
En el caso del islam van algunas reflexiones a partir de las clases.
1.1 El Islam como fuente de cohesión social:
El componente colectivo es fundamental en el Islam, es decir, la religión no es “una práctica personal” no establece una “relación personal con Dios”. Por el contrario, es una relación colectiva que determina acciones deberes y derechos frente a una comunidad.
El Islam contiene regulaciones sociales muy detalladas respecto a casi todos los aspectos de la vida social e individual. Como lo dice Néstor Daniel Pagano (2) , el Islam ofrece “…indicaciones respecto a la comida, la bebida, la vestimenta, la conducta diaria del hombre, su relación con sus semejantes, etc. Hay indicaciones que van desde cómo debe el hombre ir al baño hasta cómo debe gobernar un país y establecer sus leyes, su economía, su política, etc. En el Islam no hay nada importante librado al azar ni dejado a la opinión y gusto de la gente, sino que sobre cada asunto vinculante para la vida humana existe un mandato, una norma, una indicación, un consejo, una obligación o una prohibición.” En suma, el Islam ofrece pautas de conducta que norman prácticas sociales, uniformizan y ofrecen una fuente de identidad colectiva.
Empero, pese a la rigidez de las prácticas dispuestas, es sumamente práctica y razonable. No exige prácticas que puedan poner en peligro la vida y la integridad de las personas. Por ejemplo, el ayuno es exigido para quienes se encuentran en condiciones de salud óptimas. Para quienes no, el mandato es el contrario. La práctica, pues, no está por encima de las personas.
En otro orden, los principios hacen referencia constante a deberes respecto a la comunidad de creyentes. Especialmente me llamaron la atención los dedicados a la atención de los pobres, de las personas en necesidad, lo que evoca un sentido de solidaridad muy arraigado dentro de la comunidad y un compromiso explícito con la justicia y la acción para construir un mundo mejor. Las limosnas o impuestos religiosos se abonan directamente a quien lo necesita y en secreto, con lo que se refuerza el sentido colectivo de la práctica religiosa. Asimismo, hay una obligación de auxilio hacia un hermano en necesidad y un sentido de justicia que va más allá del ejercicio de derechos civiles, sino que la Justicia aparece como un principio ético, al mismo nivel que la misericordia y el amor.
Nuevamente, el Dr. Pagano dice: “El musulmán adora a Dios y trabaja para hacer de éste un mundo mejor. Busca el bienestar de este mundo y del otro, con un equilibrio entre su vida material y la espiritual. Sabe que Dios es Justo y que ama la Justicia, por lo que se esfuerza por establecer la Justicia en el ámbito de las relaciones humanas”.
Por su parte, Muhammad ‘Ali Shomalí, establece que la Justicia Divina es …”un aspecto fundamental del Islam,al punto que ellos siempre han llamado también a la implementacióndel principio de la justicia en la escala social. Los movimientosshi’as que han tenido lugar siempre han estado invocando por lajusticia.”
El llamado a la acción concreta frente a la comunidad y la familia es claro en todos los principios del Islam, incluso se ve como parte de la aplicación de la lucha por la causa de Dios. “Ser indiferente a las catástrofes humanas o ser ocioso en la vida personal es enormemente reprobado en el Islam. Por otro lado, aquel que trabaja tenazmente para ganar dinero y desembolsarlo en su familia y mejorar sus condiciones de vida es considerado un héroe en la lucha por la causa de Dios, un uÿâhid. Un caso destacado y vital de esta lucha (ÿihâd) es defender los derechos humanos tales como la libertad y los valores islámicos y humanos tales como la justicia, la dignidad, y la integridad de una nación musulmana.”(3)
1.2 El Islam como fuente conservadora o revolucionaria
Como todas las religiones, el Islam puede ser un factor de cambio social o un factor conservador de poderes y status quo.
A nivel conservador, podemos mencionar el tratamiento hacia las mujeres quienes no gozan del mismo estatus que los hombres--al igual que sucede en todas las religiones vivas hoy día--lo cual se justifica con argumentos teológicos o naturalizando desigualdades que son construidas socialmente (4) . Recordamos que las religiones son construcciones sociales e influidas directamente por las relaciones de poder preexistentes y el género no es la excepción.Y ninguna religión, actualmente, es excepción.
Ciertamente a nivel de práctica social y al igual que sucede en otras religiones, existen diferentes maneras de entender y enfoques acerca del papel de las mujeres en la sociedad. Mientras que en algunos estados islámicos o de mayoría islámica, las mujeres están excluidas de toda la herencia social que le corresponde (educación, salud, vida política, uso de espacios públicos; etc), en otros, según la autora mencionada, algunos derechos de autonomía de las mujeres (a decidir sobre su matrimonio, al control de su herencia, al estudio, etc.) fueron establecidos desde mucho antes que lo fueran en las sociedades occidentales y se conservan hasta hoy: lo cual ha sido una buena noticia para mí y me ayuda a entender la profundidad de la tradición musulmana y a eliminar prejuicios. Sin embargo, me queda la duda respecto la igualdad jurídica de las mujeres en los estados teocráticos (5) y la posición frente a la mutilación femenina y la lapidación de mujeres.
Respecto al cambio social, es bastante claro que históricamente y específicamente en la historia reciente, el islam ha motivado revoluciones y levantamientos frente invasiones externas. La defensa de su fe les motiva a rechazar a los invasores y a quienes les atacan. No requiere de una actitud sumisa, ni acepta con resignación la imposición externa.
Si bien, no ataca y convive en paz y aceptación con otras culturas y vecinos, no da la otra mejía. En ese sentido es que sus principios establecen que “Todo musulmán debe luchar tenazmente y esforzarse por la causa de Dios de diferentes maneras para hacer mejoras en la vida de los seres humanos en general y en su vida individual en particular” (6)
La defensa de la causa de Dios comienza por la persona misma. Eso es otro de los temas interesantes que hemos aprendido. La Gran Lucha es consigo mismo, para mantenerse fieles a los principios del Islam, rechazar el apego a las cosas mundanas. La lucha pequeña es la que se hace cuando se es atacado desde fuera.
La persona musulmana, asimismo está comprometido con su entorno. Como lo dice Muhammad ‘Ali Shomalí: “Ningún musulmán puede ser indiferente a lo que sucede en el mundo que lo rodea. Parte de las responsabilidades sociales de cada individuo musulmán es observar los valores humanos y religiosos, y cada vez que alguno de ellos es pasado por alto o violado deliberadamente,debe aconsejar y orientar a los responsables de dicha contravención hacia la realización del bien y contra la perpetración de actos malos y pecaminosos”.
Otro autor revisado para este ensayo (7) , manifiesta “El musulmán, al luchar contra la injusticia en su aldea, en su país o entre su pueblo, por ejemplo, no separa de ningún modo esta injusticia de cualquier otra cometida por los opresores en la tierra. No hace de la abolición de una injusticia particular su objetivo final y absoluto, ya que esta actitud equivaldría a aprobar las demás opresiones perpetradas en los cuatro puntos cardinales, sino que combate la injusticia de su alrededor por ser la injusticia que un hombre ejerce contra otro hombre, su hermano. Con su actitud, repite la acción de 'Ibadahibnu-s-Samit, que se lanzó con sus hermanos de la Península Arábiga para liberar a los campesinos oprimidos en lo más recóndito de Persia.”
1.3 El Islam como apertura al mundo
Otra buena noticia derivada de las clases, es que pese a que en los medios de comunicación se reitera la falta de tolerancia del Islam hacia otros cultos y religiones, sus principios reflejan más bien un espíritu de tolerancia y respeto. Desde el hecho de considerar e incluir dentro de sus profetas a personajes de otras religiones tales como Jesucristo y varios profetas del Antiguo Testamento; y de proclamarles como Maestros y enviados de Dios.
Adicionalmente, el Islam no es una religión étnica y está abierta a cualquiera que abrace los principios del Islam, independientemente de su origen. Por lo tanto, no está amarrada al mundo árabe, persa, otomano, u otros; sino que abierto a todas las personas. De hecho, el país con mayor número de musulmanes es Indonesia, que no tiene muchos puntos en común con el mundo árabe.
Por otro lado, la salvación no está privatizada hacia un colectivo étnico o cultural particular. Al contrario, la salvación está abierta para todas las personas que crean en el mensaje de Dios único, indivisible, justo y obren en consecuencia; podrán alcanzar la salvación.
CONCLUSIONES
Me siento sumamente satisfecha de haberme matriculado en el curso. Mis ojos se han abierto a nuevas fronteras, muchos prejuicios se han caído y he tenido la oportunidad de conocer más sobre el Islam y la cultura islámica. Más aun, me siento encantada por esta religión milenaria, en varios sentidos que coinciden con mis principios y creencias religiosas, éticas, e incluso académicas.
He aprendido, además de datos históricos y políticos, en enfoque acerca del principio de unicidad e indivisibilidad de Dios, la justicia, la práctica cotidiana, el compromiso con la comunidad, el compromiso con los pobres, la practicidad de muchas de sus prácticas, la amplitud de la Gracia y la Salvación; la relevancia del intelecto; entre otros. La ética con la que se abordan los asuntos del mundo y de la fe, me invitan a un profundo respeto.
Por supuesto, he quedado con deseos de conocer más y esto; pero el tiempo era limitado y no era posible ahondar en algunos de los temas que quisiera abordar tales como la organización de un Estado teocrático y la posición y condición de las mujeres y otros grupos en condición de vulnerabilidad en temas clave tales como ciudadanía y libertades fundamentales. Las religiones son construcciones sociales y por lo tanto, sujetas a los avatares de la historia, los grupos de poder y las coyunturas precisas de los diferentes momentos y esta contextualización es un elemento que me gustaría dejar para capacitaciones o aprendizajes posteriores.
Adicionalmente, el maestro ha sido excelente en su tarea de trasladar conocimientos y ayudar a aprender al grupo, generando un ambiente de intercambio de ideas y de saberes que ha resultado del todo gratificante. Muchos prejuicios se han evaporado y me ha generado un profundo respeto por la religión, su teología, su ética y las aplicaciones en la vida cotidiana. Me ha resultado sumamente agradable que el maestro fuera salvadoreño en tanto que conoce nuestra cultura y puede comunicarse no solo en nuestro idioma, sino desde una identidad nacional compartida; con un nivel académico de primer nivel.
En suma, agradezco a la Asociación el privilegio de haber estado en este Diplomado y espero seguirles visitando en el futuro.
*Trabajo final del diplomado
*Estudiante del Diplomado en Cultura Islámica impartido por la Asociación Cultural Islámica Shiita de El Salvador, es además socióloga y catedrática de la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador
Imagen de http://eng.majalla.com/
Notas
1 Muhammad ‘Ali Shomalí (2004) “Descubriendo el Islam shi’a”. Biblioteca Islámica AhlulBait (P). http://www.islamelsalvador.com/islam/descubriendoelislams.pdf
2 Néstor Daniel Pagano. “Descubriendo el Islam”, Edición electrónica: Biblioteca Islámica Fátima Az-Zahra.
http://www.islamelsalvador.com/fundamentos/intro_islam.pdf
3 Muhammad ‘Ali Shomalí, opcit
4 Según se desprende del trabajo de MortezaMutahari que justifica este trato desigual, dada la “naturaleza” de las mujeres que demanda de un “protector”, equivalente al que necesita una persona menor de edad.
5 De acuerdo con las organizaciones de defensa de los derechos humanos, las mujeres en Irán están legalmente en una categoría civil inferior a la de los hombres: deben obtener el permiso de su padre, hermano o esposo para estudiar, trabajar, viajar; entre otros. Tienen prohibidos ciertos empleos y carreras universitarias, así como el acceso a cargos públicos de primer nivel (cargo presidencial) y la entrada a ciertos lugares públicos tales como los estadios. No tienen el mismo derecho que los hombres al divorcio y hay restricciones para obtener la custodia de los hijos. Por otro lado, las agresiones hacia las mujeres reciben castigos menores que los que se reciben si el agredido es un hombre y su testimonio en un procedimiento judicial vale la mitad que el de un hombre. Adicionan, que hay proyectos de ley para restringir el acceso a métodos anticonceptivos, volver ilegal la esterilización voluntaria, fomentar el matrimonio temprano. https://www.amnesty.org/es/
6 Muhammad ‘Ali Shomalí, opcit
7 Muhammad Báqer as-Sadr. “Teoría islámica del Estado en el contexto del subdesarrollo”http://www.islamelsalvador.com/islamelsalvador/Teoria_estado.pdf
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