"Un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad": Entrevista con el historiador salvadoreño César Ramírez Alvarenga por Bilal Portillo
martes, enero 21, 2014
Por Bilal Portillo*
Cuando le
solicité a Caralvá esta entrevista, me citó para reunirnos en la cafetería de
un conocido almacén mexicano, llegado el día ahí estaba puntual a la cita, con
una chaqueta negra y pantalones estilo “jeans” color celeste. Muy culto,
excelente conversador y con un gran sentido del humor. Caralvá (como él
prefiere ser llamado) es el fundador del único suplemento cultural impreso de
El Salvador, además es un historiador y narrador, por eso el origen del
Suplemento Tres Mil, La Memoria Histórica, procesos de insurrección y las nuevas
tecnologías de comunicación fueron parte de los temas abordados en esta plática.
—Existe
una institución cultural y ventana principal de la cultural salvadoreña que
está por cumplir 24 años, y que se mantiene como el único suplemento cultural impreso
en El Salvador, comentanos brevemente cómo
nació el Suplemento Cultural Tres Mil
El Suplemento
lo fundamos Gabriel Otero y yo, con Gabriel nos conocimos en México. Luego al
regresar nos encontramos en el funeral de su padre, como ya teníamos el
antecedente de lo que se hacía en México, decidimos reunimos para fundar una
revista cultural, Gabriel trabajaba para una agencia que se llamaba AFP, luego
comenzamos a buscar apoyo y lo encontramos en el Diario Latino; así comenzamos a publicar
en 1989 en la sección de Sábados Culturales, fueron 27 ediciones, es preciso
aclarar que esto es previo a la fundación del Suplemento. Después el 24 de
marzo de 1990 inició oficialmente el Suplemento Cultural Tres Mil.
—¿Y el
nombre cómo surgió?
Esa fue una
discusión que tuvimos con Gabriel, yo le sugerí varios nombres como Siglo XXI,
Tercer Milenio, Tres Mil, Micro-Chip y Última Generación 21, todos apuntaban al
inicio de un tercer milenio. Y fue así como nos decidimos por el nombre Tres
Mil.
—¿Cómo
cambió el panorama cultural salvadoreño con la aparición del Tres Mil en
escena?
El
Suplemento fue un hito, acordémonos que estábamos aún en guerra, era un clima
armado, muchas personas pensaban que no era posible un aporte cultural en medio
de una guerra y menos un aporte integrador y plural, por ejemplo en el
Suplemento colaboraron personas de izquierda, derecha, centro, religiosos, no
religiosos, y conservadores por igual. Ese fue un gran aporte que funcionó y
logró cambiar el panorama cultural y no solo funcionó, sino que demostró el
vigor de la creación salvadoreña en todas las líneas de la cultura (pintura,
poesía, ensayo, escultura, fotografía etc.).
—Pero
muchas personas piensan que el nacimiento del Tres Mil surge de la necesidad de
espacios culturales para gente de izquierda
Para nada,
por ejemplo en los primeros ejemplares hay gente como Matilde Elena López,
David Escobar Galindo, Francisco Andrés Escobar, Rafael Lara Martínez, José
Roberto Cea, todo esto hace obvia la pluralidad del Suplemento, lo que pasaba
es que mucha gente pensó que en El Salvador no había capacidad para hacer algo
así, y eso no era cierto, lo que faltaba
era un lugar para publicar y alguien que se atreviera a hacerlo; y es en ese
sentido donde entra en juego la gran visión de Francisco Valencia al permitir que se publicara en el periódico
el Suplemento Tres Mil.
—Me
imagino que hubo reclamos de algunos sectores por publicar material de gente
relacionada con la derecha
Sí, hubo
gente que nos decía que por qué le publicábamos a gente como David Escobar
Galindo, teniendo en cuenta que personas como él tenían todos los periódicos
para publicar, y yo les respondía que era mejor que estuviera con nosotros que
fuera de nosotros. David publicó en ese momento narrativa como Devocionario y
Ejercicios Matinales que acompañaron todo el proceso de diálogo y negociación.
Así le otorgamos a la nación el privilegio de incluir a todos los excluidos, lo
que al final conformó una gran riqueza cultural que está reseñada. El
Suplemento demostró que había espacio para todos, y fruto de ello son las
primeras publicaciones de los que después se convirtieron en ganadores de
reconocimientos importantes como Rafael Lara Martínez, Matilde Elena López,
Francisco Andrés Escobar, el pintor Carlos Cañas, Augusto Crespín, Rolando
Elías y su hermano, etc.
—¿Por qué
otros medios impresos no hicieron algo parecido o mejor que el Suplemento
Cultural Tres Mil, teniendo en cuenta que tienen mayores recursos materiales a
su disposición?
Me atrevería
a decir que es una falta de visión histórica y social, y creo que su enfoque
obedece a criterios económicos y no culturales, no existe el coraje para
promover a valores nacionales, por ejemplo muchos valores culturales publicaron
primero en el Tres Mil, autores como Claudia Hernández, Otoniel Guevara, Jorge
Galán, Horacio Castellanos Moya, Miguel Huezo Mixco, etc. El porqué no lo hacen
otros medios, en realidad creo que se debe a que su enfoque cultural es muy
limitado.
—¿Y con
la aparición de medios digitales hubo desde tu punto de vista algún cambio positivo
a nivel cultural?
Las
situaciones digitales tienen el problema que son propiedad privada, y no hay
registro físico lo que puede ser una situación de gran vulnerabilidad, porque
toda la información puede desaparecer de un día a otro, se puede abrir un
cuenta en redes sociales, comprar un dominio, crear un correo, pero no son
realmente nuestras. Ahora no hay duda que la rapidez de la información está en
lo digital pero ¿Realmente ayudan herramientas como las redes sociales a
construir cultura? Creo que no siempre, por ejemplo leer unas dos mil páginas
en Facebook no siempre ayuda culturalmente, pues no todo lo que ahí se publica
es cierto o tiene valor cultural.
—24 años
de Tres Mil pesan, ¿qué podemos esperar del Suplemento para el futuro?
Yo me siento
feliz de compartir con mucha gente la modestia de ver sus escritos impresos,
con el Tres Mil se inauguró una nueva tradición cultural en El Salvador con una
gran pluralidad en tiempos de guerra. Esto no es mío, es parte de la gente,
esperemos que el Suplemento pueda seguir muchos años más.
—Una
cuestión muy cercana al tema de la cultura es el de la Memoria Histórica, ¿a
qué se le puede llamar Memoria Histórica?
La historia
es un elemento trascendental, un pueblo sin memoria es un pueblo sin identidad,
si construimos historia somos dueños de la nación, la Memoria Histórica es algo
que se construye con los aportes de investigaciones, libros y documentos
primarios. Si no estudiamos la historia lo que sucede es que nos regalan mitos
y leyendas con suma facilidad. La Memoria Histórica reside en la vigencia de
los pueblos y la divulgación de su historia y legado. Entonces Memoria
Histórica es construir conocimientos, discutirlos y analizarlos.
—Acabas de
publicar una investigación que va en esa línea de desenterrar conocimientos
Allá por el
año 2010 la Universidad Tecnológica convocó a un concurso de ensayo sobre el
Primer Grito de Independencia de 1811, surgió entonces la idea en mí de
investigar sobre esa época, y es así como me dediqué a revisar libros,
diccionarios y documentos primarios sobre ese momento. Durante un año y medio
estudié un documento llamado Proceso de Infidencia contra los Próceres
Salvadoreños, que se ha tenido como inexpugnable porque está escrito en
castellano de siglo XIX y porque existe un monumental desorden, con fechas que
no son correlativas y una gran cantidad de citas legales, entonces tuve que
ordenar todos esos documentos y así desentrañar sus conocimientos. Por ejemplo
entre los hallazgos te cuento que la familia Arce, los Delgado y los Rodríguez
tenían deudas exorbitantes que superaban el Presupuesto General de la Nación,
otra cosa interesante es la participación de indios y africanos en los procesos
de insurrección, también resulta interesante que el levantamiento de 1811 se detonó por un
proceso de Francisco Ramón y Casaus (Arzobispo del Reino de Guatemala) quien
ordenó un arresto ilegal de Manuel Aguilar, estas son cosas que la historia
oficial no ha querido divulgar. Bueno así nació la investigación El Salvador
Insurgente 1811-1821.
—En su
investigación se pone de manifiesto el papel que jugaron las mujeres y los
afro-descendientes, esto va en contra de la creencia popular de que en El
Salvador afro-descendientes no hubo ni hay y que las mujeres no tomaron parte
en los procesos de insurrección de la época
Mucha gente
quizá no conozca que el movimiento de insurrección de 1811 en Metapán, estuvo
capitaneado y dirigido por dos afro-salvadoreños que iban al mando de 500
hombres, de tal manera que el motor fundamental de muchos movimientos de
insurrección en El Salvador fueron indios y afro-salvadoreños.
El caso de
las mujeres es interesante porque toman las armas en Metapán y defienden a sus
maridos prisioneros y llaman a la insurrección, un caso llamativo es el de la
hermana de Manuel José Arce, quien lucha con los dineros de su herencia para
liberar de cargos a su hermano. A pesar que las mujeres sí fueron excluidas de
los procesos electorales, combaten con
bravura y coraje junto con los hombres y llaman a la insurrección y también
participan en confabulaciones políticas.
—Y por
qué no se dice mucho sobre eso
La historia
debe partir por la persona y no por el Estado, no hay recurso, financiamiento,
ni becas, ni estímulo para desarrollar áreas en la investigación, esto trae
como consecuencia el subdesarrollo histórico. De no ser por algunas
universidades como la Universidad Tecnológica, Don Bosco y Nacional no habría
nada. Entonces hay un abandono que se traduce en falta de investigaciones.
—La
investigación también baja de los altares a algunos personajes destacados de la
época
Es
interesante por ejemplo el caso del Presbítero y Dr. José Matías Delgado a
quien se le encuentra armas en su casa unos trabucos por cierto, también cuando
a los próceres se les pregunta si participaron en el movimiento de 1811 en las
declaraciones juradas dicen que no participaron, otro dato, un africano fue
condenado a diez años de esclavitud por su participación en los movimientos de
insurrección, es muy interesante darse cuenta que era el pueblo el que por lo
general era condenado.
—Y en ese
tiempo había dos iglesias, cómo es posible tal situación
Había una
Iglesia Imperialista a favor de la Monarquía Española que tiene como ejemplo al
cura mexicano Hidalgo y Morelos y la Iglesia Americana que tiene a los hermanos
Aguilar como líderes. Es curioso porque
la Iglesia no era una unidad, había una Iglesia con doble discurso, por un lado
una iglesia que buscaba el sometimiento del pueblo del Reino de Guatemala y
otra iglesia que buscaba la insurrección y es esa iglesia la que se lanza en
busca de la independencia, estos curas de la Iglesia Americana (Los hermanos
Aguilar) acompañan la insurrección y por eso los encarcelan.
*Ensayista,
editor de la Revista Cultural Biblioteca Islámica (www.redislam.net), y director de Arte y Cultura de la
Asociación Cultural Islámica Shiita de El Salvador (www.islamelsalvador.com )
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@islamsv
islamelsalvador@gmail.com
Fotografía de Rob Escobar
Fotografía de Rob Escobar
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