El Intelecto y sus grados

lunes, agosto 08, 2011


Del Profeta (BPD) - de una conversación que hubo entre él y uno de los seguidores de Jesús (P) llamado Sha'mun ibn Laui Iahuha en la cual él le preguntó sobre diversos temas éticos, psicológicos, filosóficos y espirituales - : "(Sha'mun) le preguntó al Profeta (BPD) : 'Dime qué es el intelecto, cómo es él, y háblame sobre lo que deriva de él y lo que no puede separarse de él. Descríbeme todas sus partes'. Entonces, el Mensajero de Dios (BPD)  le dijo :  'El intelecto es una rienda (que sujeta) a la ignorancia y al ego (o alma que ordena el mal). El alma es como la peor de las bestias salvajes, que si no está bien sujeta con la rienda, se mueve furiosamente... Dios creó el intelecto y luego le dijo : '¡ Adelántate !', y él se adelantó. Después le dijo : '¡ Retrocede ! y él retrocedió (acatando perfectamente la orden de Dios ). Entonces Dios, Bendito y Exaltado sea, exclamó : '¡ Por Mi Poder y Mi Majestuosidad ! No He creado nada más excelente que tú ni nada Me acata como tú. Contigo iniciaré y a través tuyo haré regresar (todo). La Recompensa y el Castigo te pertenecen (por ti recompensaré y castigaré)'.

  Del intelecto se separa la benevolencia ; de la benevolencia, la ciencia ; de la ciencia, la rectitud ; de la rectitud, la castidad ( u honestidad) ; de la castidad, la vigilancia ; de la vigilancia, el pudor ; del pudor, la seriedad ; de la seriedad, el seguir al bien y detestar el mal, y de esto, el obedecer a quien da un buen consejo. Estos 10 grados son categorías del bien, y de cada uno de ellos se desprenden 10 cosas más. En cuanto a lo que deriva de la benevolencia está el andar con el bien (literalmente, montar el bien), acompañarse con los buenos (reunirse con la gente buena), alejarse de lo despreciable, desentenderse de lo inferior (lo vil), desear el bien, aproximarse a las jerarquías elevadas, dispensar (a los demás), concederle plazos (a quien nos debe algo ), hacer el bien ( o dar servicios a la gente ) y el silencio. Todo esto se desprende de la benevolencia del juicioso. En cuanto a lo que se desprende de la ciencia, está la riqueza, aunque su portador sea pobre (materialmente ) ; la generosidad, aunque su portador sea avaro (con los bienes materiales) ; el prestigio, aunque su portador sea inferior ( de clase baja ) ; la salud, aunque su portador sea enfermo ; la cercanía, aunque su portador se encuentre alejado ; el pudor, aunque su portador sea jactancioso ; la dignidad, aunque su portador sea indigno ; la nobleza, aunque su portador sea innoble ; la sabiduría y la estima. Esto es lo que se desprende del juicioso con su ciencia. ¡ Bienaventurado sea, pues, el que razona y sabe ( el que ha obtenido inteligencia y ciencia ) !. En cuanto a lo que deriva de la rectitud, tenemos la honestidad, la buena dirección, el hacer el bien, la piedad, la abstención, la buena intención, la moderación, la recompensa, la generosidad y el conocer a la religión de Dios. Esto es lo que el juicioso recibe de su rectitud. ¡ Albricia, pues, a quien se haya establecido sobre un programa correcto ! En cuanto a la castidad, sus partes son la complacencia, la tranquilidad (ante Dios), el beneficio, el reposo, la inspección, el recuerdo, la meditación, la nobleza, la humildad,  la  adoración a Dios, y la libertad. Esto es lo que surge para el juicioso de su castidad cuando está satisfecho de Dios y estas son sus partes. En cuanto a la vigilancia, sus partes son la corrección, la humildad, la piedad, el arrepentimiento, la comprensión, la educación, la beneficencia, la amistad, el bien y la simpatía. Esto es lo que el juicioso alcanza con su vigilancia (o autocontrol). ¡ Bienaventurado sea aquel a quien su Protector lo Ha honrado con la abstención ! En cuanto a lo que surge del pudor, tenemos la amabilidad, la compasión, el considerar a Dios en privado (en la intimidad) y en público, la salud, el evitar el mal, la afabilidad (el ser agradable), la tolerancia, el triunfo y el elogio de la gente (el que la gente hable bien de uno). Esto es lo que el juicioso obtiene de su pudor. ¡Albricia, pues, a quien acepta el consejo de Dios y teme ser escandaloso! En cuanto a lo que se desprende de la seriedad, tenemos el favor, la firme decisión, el cumplir con los depósitos, el abandono de la traición, la veracidad (el decir la verdad), preservar el sexo, corregir los asuntos financieros, el prepararse para combatir a los enemigos, el vedar el mal y el alejamiento de la tontería. Esto es lo que surge del juicioso con su seriedad. ¡Bienaventurado sea, pues, quien es honrado! El no será inconstante ni padecerá la ignorancia. En consecuencia, será dispensado y se le pasará por alto (sus faltas). En cuanto a lo que deriva de seguir al bien, tenemos el apartarse de los inmorales, el alejarse de la liberalidad, el ser precavido, la certeza, el amor al recato, el obedecer al Misericordioso, el engrandecer al Corán, el evitar al demonio, la aceptación de la justicia y el decir la verdad. Esto es lo que se desprende del juicioso por seguir al bien. Entonces, ¡bienaventurado sea  quien recuerda su futuro, tiene presente su Resurrección y se alecciona de la caducidad del mundo! En cuanto a lo que surge de detestar el mal, tenemos la madurez, la paciencia, el ayudar (a la gente), el consolidar el programa (de la religión), el marchar por el camino recto, la creencia en Dios (auténtica y sincera), la abundancia, la sinceridad, el abandonar lo que no le concierne y el guardar lo que es beneficioso. Esto es lo que obtiene el juicioso al detestar el mal. ¡Albricia, pues, a quien observa el Derecho de Dios aferrándose al asidero del Camino de Dios! En cuanto a obedecer a quien da un buen consejo, lo que deriva de esto es el aumento del intelecto, el perfeccionamiento del corazón, el buen destino final, la liberación del reproche, la aceptación (de sus obras por parte de Dios), la amistad, la apertura del corazón, el ser equitativo, el ser desarrollado en los asuntos y la capacidad respecto de la obediencia de Dios. ¡Bienaventurado sea quien se salva de la aniquilación de las pasiones! Estas son todas las virtudes que surgen del intelecto."   
 
(Tuhaful Uqul pag. 16 a 20)


NOTA :  

  La palabra "intelecto" desde el punto de vista islámico presenta dos sentidos:
  1.- El intelecto a través del cual el ser humano piensa, razona y resuelve cuestiones mentales, como los asuntos matemáticos y demás. A éste se lo llama "intelecto de la mente o del pensamiento", es decir, la inteligencia.
  2.- El intelecto a través del cual el ser humano capta la forma correcta de actuar y comportarse, y con el cual practica o ejecuta sus acciones. Este influye directamente sobre la personalidad y los sentimientos del ser humano manejándolos e induciendo al hombre a utilizar sus cualidades de una forma conveniente y a marchar por el Sendero Recto. Todo el conjunto de cualidades conforman lo que se denomina "Etica o moral", y a este intelecto se lo llama "intelecto práctico ( o de la práctica).
  En general, cuando los dichos (o tradiciones : "hadices" ) mencionan al intelecto, se están refiriendo a este segundo sentido.

Fuente: Lluvia de Sabiduría, Fundación Imam Alí, págs 1 y 2.

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